jueves, 30 de diciembre de 2010

Menos uno.

En las matemáticas como en la vida no todo se clasifica en positivo. También existen los negativos. Sí, es cierto que estos últimos carecen de nuestro cariño. Solo buscamos el dos, el tres, el quince, la cantidad más grande, cuanto más mejor. Pero no todos los negativos son malos; ellos tienen la emoción escondida en las venas. La intriga. Cuando por ejemplo estás en un ascensor esperando llegar a la planta -21, es la sensación que te recrea estar tan por debajo del mundo, ese miedo. O cuando en invierno los termómetros marcan -7 grados, ese frío, esa búsqueda del calor, ese miedo.
Por desgracia todos nos acostumbramos a lo positivo mientras que, son muy pocas las personas que aprecian lo negativo. El aprender de ello. La búsqueda de un positivo a través de un negativo.
Y esto, expresado en un lenguaje más cotidiando, de vivencias,está interpretado como la búsqueda del bienestar en las malas situaciones. Esos días en los que te encuentras en manga corta en medio de un frío aterrador, ante el suspenso de un examen, o una ruptura. Esas caídas hacen que las mentes listas que guarda nuestro mundo aprendan de los errores. Aprendan a tomar otra vía, la correcta.
Desde las matemáticas confirmo que un año se conforma por 365 días en positivo y -365 días que vivir. Desde la vida confirmo que nuestra vida se conforma de 0 días en positivo y -0 días en negativo que vivir asegurados. Sí, las matemáticas son exactas y seguras, la vida no.

   Vive el día a día. Vive como si fuera tu última vez.

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