Se ha convertido en obsesión. Sí, eso de escribir a gente que ya no está. Parece una droga, algo que me atormenta, que me persigue.
Y claro, claro que les echo de menos. Quizá aposté demasiado alto, o quizá demasiado bajo. Las cosas no es que salieran mal o bien, es que tocaron así. No puedo controlarlo. Eso de hacer un blog tras otro sobre ellos, sobre como les quiero, sobre lo que les necesito. ¿ Y quién no necesita algo que no tiene?
- Por eso, esta vez quiero hacer este blog con la cabeza sobre los hombros. Quiero escribir este blog para la gente que está ahora junto a mí. No sé si seguirán aquí mañana o en un par de meses, pero hoy por hoy lo están, hoy por hoy puedo contar con ellos en los buenos y malos momentos.
GRACIAS. Porque es verdad, que aunque alguna lagrimilla que otra se me escapa cuando todos están dormidos las cosas se están restableciendo. Las heridas se están cerrando.
Tengo a pocos a mi lado, pero son los suficientes. No siempre los mejores amigos son aquellos que se tiran los años contigo; creed, está comprobado. Los buenos amigos son aquellos que corren a verte cuando estás mal, y que callan cuando no saben que decir. Son aquellos que te valoran por encima de todo, y siempre, tienen un consejo. Saben decir perdón, y aceptar un lo siento.
Son muy pocos, están escondidos, yo sé dónde encontrarlos.
Blanca Contreras, Alicia García, Andrea Jaen, Bea Maliniak.
( Y sí perras, podéis vivir tranquilas. Vuestros nombres están ordenados alfabéticamente, exceptúando a esa cosa que tengo como mejor amiga)
Os quiere, Andus.
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