domingo, 10 de octubre de 2010

Agárrale.

Siempre he dicho que donde voy yo, va este dicho: ''Nunca digas nunca, pero nada es para siempre''
Papá y mamá se pasan años tratando de enseñarnos a agarrarnos bien. Desde agarrarse bien al columpio para no caerse, hasta agarrarse bien a la esperanza de aprobar la Selectividad. Pero muchas veces, pasan entre nosotros valores como son los amigas.
Muchas veces la vida te da una patada y te quedas suelta en medio de una multitud que camina en dirección.Y tú ahí. No hay decisión, no hay rumbo. Y al igual que te atragantas diciendo que la vida es maravillosa, tambien se te aclara la voz cuando dices lo puta que es. Los dos sabemos lo injusto que es que ese crío esté muriendose de cáncer, y que la madre que le llora detrás de la puerta ya no cree ni en religión, ni valores. Y mira, si en ese momento papá y mamá están demasiado lejos como para llorar junto a ella, creeme, que un amigo que te palmee la espalda siempre se echa en falta.
No es mal momento para que te lo plantees. Porque sí, ''Nunca digas nunca, pero nada es para siempre''. Puede que un día papá y mamá estén demasiado lejos y que necesites un amigo que te palmee la espalda. Todavia no se ha hecho tarde para esa llamada, ni para esa reflexión. Piensa quienes van a ser tus verdaderos compañeros de fatigas a lo largo de la vida, piensa quien daría su vida por ti de la manera, que tu lo harías por él.
Llama, ahora que todavía quedan las palabras. Agárrale.

No hay comentarios:

Publicar un comentario